La fosa común existente en el cementerio de Bandaliés contiene los restos de un número indeterminado de soldados muertos en las batallas que se produjeron en los alrededores de Huesca a lo largo del más de año y medio que duró el cerco de la ciudad. No se conoce ni el número exacto ni la identidad de quienes fueron sepultados allí. Uno de ellos, presumiblemente, sería un capitán del ejército republicano que tras ser interrogado en Ayera fue ejecutado en término de Bandaliés, al borde de la carretera que une la localidad con aquel pueblecito.

La fecha de los acontecimientos es aproximada.

Otras víctimas de la guerra en la localidad. En Bandaliés no fue asesinado ningún vecino durante la guerra, pero dos soldados procedentes del pueblo murieron en los frentes: Alejandro Cajal de Casa Bernal, murió luchando junto a los republicanos. Otro joven llamado José de Casa Barrio murió luchando por los nacionales en las filas de la Legión.

Un exiliado procedente de Bandaliés moriría más tarde en el campo nazi de Mauthausen.